lunes, 27 de agosto de 2007

LOS AFLIGIDOS REPARTIERON LA ORACIÓN A NUESTRA SRA. DEL DEPORTE ESTE FIN DE SEMANA





José Ángel CRESPO FLOR
Este fin de semana de nuevo el fútbol volvió a adueñarse de parte del
tiempo libre de los españoles. De nuevo para algunos las alegrías, ilusiones, y para otros
cabreos y enfados. Y todo gracias a la pelotita, a si entra o no en el marco
contrario y a los errores del arbitro que de eso, los que sufrimos el
levantinismo sabemos bastante.
Pues bien, la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos publicitó
este domingo la Oración del Deporte escrita por el sacerdote (en la
actualidad es el párroco de Santa María del Mar de El Grao de Valencia) y
periodista Antonio Díaz Tortajada.
¿Que ha pretendido con ello la hermandad?. Sencilla y llanamente hacer ver
que no solo de fútbol tiene que vivir el hombre y que la actividad deportiva
bien entendida es cosa que agrada a la Iglesia. San Pablo ya escribió del
esfuerzo y del triunfo patentizado en una corona de laurel, tal y como se
suelen hacer en las olimpíadas.
La Hermandad, al publicitar esta Oración y con ella la Virgen del Deporte,
Imagen que se encuentra en el Santuario de Torreciudad (Huesca-España)
pretende poner su granito de arena para, fomentar el deporte bien entendido
o lo que es lo mismo el deporte como muestra de superación, de esfuerzo, de
trabajo pero también como producto que ha de unir a las naciones.
No es que desde la Hermandad del Stmo. Cristo de los Afligidos se pretenda
minusvalorar la practica deportiva ¡ni mucho menos! pero sí que quiere - y
de ahí que hasta este fin de semana no se repartieran estas estampas- que las
aficiones de los diferentes equipos tomen el fútbol como juego, como
deporte, como pasatiempo, como evasión de lo cotidiano.
Además, este domingo, la Iglesia celebró y rememoró la figura y obra de una
gran mujer, Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, patrona de la ancianidad,
fundadora de los Ancianos Desamparados y cuyos restos precisamente se
encuentran en la Casa Madre, en Valencia, muy cerca de donde antiguamente se
encontraba el Campo de Vallejo que vivió el primer ascenso del Levante a
Primera, allá por la temporada 62-63.
Hemos querido hacer mención a Santa Teresa de Jesús Jornet para que
comprendan que además de que el Levante jugó en Mallorca; el Valencia
recibió al Villarreal y nuestra selección de atletismo está compitiendo en Osaka para
traerse medallas, existen más acontecimientos que nos tienen que hacer
meditar.
Los otros enfrentamientos de esta primera jornada de la Primera División han sido
los siguientes: R. Madrid - At. Madrid; Sevilla - Getafe: Athletic -
Osasuna; Racing - Barcelona; Murcia - Zaragoza; Deportivo - Almería;
Recreativo - Betis y Espanyol - Valladolid.
A continuación vamos a proponeros la Oración que, bajo la firma de Antonio
Díaz Tortajada, cura párroco de Santa María del Mar, la Hermandad del
Santísimo Cristo de los Afligidos pretende y quiere impulsar desde Valencia
aunque hay que reconocer que la Imagen que ha dado origen a esta plegaria se
encuentra, para su veneración pública, en el santuario de Torreciudad
(Huesca). Precisamente este fin de semana se ha pensado en repartirlas para,
de alguna forma, hacer de este primer domingo de competición futbolística el
domingo de Nuestra Señora del Deporte.

LA ORACION DE NUESTRA SEÑORA DEL DEPORTE
¡Señora y madre nuestra¡
En tus manos colocamos todo los esfuerzos
que los deportistas del mundo
realizamos para llegar a conquistar
la corona que se marchita.
Grande es nuestra responsabilidad.
Estamos llamados a convertir el deporte
en ocasión de encuentro y de diálogo,
superando cualquier barrera
de lengua, raza y cultura.
Que el deporte nos dé una valiosa aportación
al entendimiento pacífico entre los pueblos
y contribuya a que se consolide en los hombres
la nueva civilización del amor.
Que nuestra pasión por el deporte contribuya
a la solidaridad humana, a la amistad
y a la buena voluntad entre las diversas culturas.
Que nuestros esfuerzos físicos sean una parte de nuestra búsqueda
de los valores más elevados, que forjan el carácter y dan dignidad
y sentido de realización plena a nuestras vidas.
Como discípulos de Jesucristo, nuestro maestro,
la vida misma es una competición y un esfuerzo
en busca de la bondad y la santidad.
Intercede ante Él para que todos nuestros empeños, sacrificios y desvelos,
sean colmados en nosotros y en nuestras familias
por su amor su alegría y su paz.
Amén.

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