sábado, 24 de marzo de 2012

ENCUENTRO Y OPINIÓN:"SOBRE MI HERMANA, MARI VILASECA"


SOBRE MI HERMANA, MARI VILASECA 
Por Jose Vilaseca Haro (JOVIHA)
En ocasiones, cuando alguien se ha interesado por mi faceta de escritor, me ha preguntado acerca del conocido "miedo al folio en blanco", el temor de no saber por dónde empezar, cómo continuar un relato... Cuando os hablé de mi padre, igual que hoy con mi hermana, escribir es sencillo: Hay mucho que contar, vivencias compartidas, experiencias comunes y, en realidad, simplemente toca dejar que los sentimientos afloren, convertirlos en palabras y darles un poco de sentido. 
 En definitiva, es muy fácil para mí hablar de Mari Carmen Vilaseca Haro, hermana y semanasantera. En primer lugar, porque cuando vino a este mundo yo ya contaba con nueve años, cierta conciencia y memoria. Como se suele decir, tenía "la cara de su madre y los ojos de su padre", pero, además, la herencia genética de la Semana Santa, recesiva en mi caso, fue dominante en el suyo. Empleando el término castizo, "mamó" la Fiesta desde la cuna, y le gustó tanto su sabor que, más pronto o más tarde, tenía que ir más allá de la devoción, o de la procesión... por lo que su actual situación como presidenta de una Hermandad no puede considerarse casualidad o accidente.
 Como digo muchas veces, "soy el menos semanasantero de la casa", pero eso no me incapacita para reconocer el mérito de mi hermana que, como un Atlas capaz de cargar el peso del mundo sobre sus hombros, se ha echado a la espalda todo un apellido (con lo bueno y con lo malo), y un proyecto que le ilusiona y le llena.
 Por supuesto que tenemos nuestras diferencias. Es más, mucha gente comenta que no nos hablamos y que nos llevamos como el perro y el gato. O como hermanos, permítanme la ironía. Creo que, en realidad, es que hablamos demasiado el uno con el otro, y que nuestras perspectivas de las Asociaciones en general, y de la Semana Santa en particular son tan distintas que, aunque llevemos la misma sangre en las venas y nos hayan criado con la misma leche, nuestro "estado natural" es estar en desacuerdo.
 Para mí, como escéptico de manual, no es algo nuevo. Siempre he visto con espíritu crítico (muy crítico, en ocasiones), determinadas decisiones o posturas que mantenía mi padre, o que mantienen mi hermana y mi santa madre al respecto de la Fiesta, de sus componentes, de la tradición o de lo que no es ni una cosa ni otra. Pero de dos cosas estoy seguro: Siempre han querido lo mejor para la Semana Santa y, por encima de todo, siguen siendo mi padre, mi madre y mi hermana. 
 ¡Cuántas discusiones habrá en las casas de nuestros queridos semanasanteros, al respecto de esa bendita semana que acaba durando un año! Y, al final, la Fiesta llega, las imágenes salen a la calle y el barrio vive la Pasión. Yo a veces me enfurruño, me enroco y mantengo que "el fin no siempre justifica los medios", pero es que soy un poco descreído, y entre tanta miniatura, tanto juego de tablero y tanta "rareza", olvido que esto no es lo mío...
 Lo mío son las figuras de plomo de griegos y romanos, los juegos de mesa... Lo de mi hermana es la Semana Santa Marinera de Valencia, y lo vive, lo siente, lo suda. La he visto durante horas, a las tantas, en el local social de su Hermandad, como un faro en la noche, y no puedo tratar de caer en la comparación de que "otros no lo hacen", porque ella SÍ lo hace, y le vale, y qué pega le puedo poner a la sarna con gusto... La he visto proponer y disponer, la he visto defender su proyecto cuando lo daban por muerto antes de concebido, y ese mérito debe reconocerse. Y cuando todo se vaya al carajo, perdonen el exabrupto, si es que al final ese es su destino, sé que Mari Vilaseca se habrá dejado la piel en ello, en lo que cree y en lo que le gusta.

No soy persona que se esconde para decir las cosas: Yo también creí en ese proyecto en su día, y dejé de creer en él, y no pertenezco ya a Flagelación. Fue mi decisión, y no tiene nada que ver con la calidad de mi hermana como presidenta, que es INNEGABLE. Y sigo pensando que Flagelación es un sentimiento, un proyecto y una familia CON TODO SU SENTIDO y CON TODO SU VALOR, y que su destino no es terminar marchitándose, sino renovarse, mejorar y florecer. Y dará fruto si no sufre las inclemencias externas, y madura bien desde dentro, y con esto queda dicho todo...

Dicen que "el valor de una persona no se mide por las veces en que lo derriban, sino por las veces en que se levanta y sigue hacia adelante". Si es así, cuánto vales, Mari... 

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