(José Ángel Crespo Flor / Cañamelar -
Valencia).- Quien vaya estos días
por la parroquia Nuestra Señora del Rosario del Cañamelar podrá ver y admirar
dos belenes, el tradicional, junto al Altar Mayor donde habitualmente se
celebra la Eucaristía diaria y dominical y otro, realizado por el sacerdote
polaco adscrito a esta parroquia Czeslaw Piela, en la Capilla de la Eucaristía,
donde todos los segundos lunes de mes la Hermandad 'Cristo de los Afligidos del
Cañamelar' celebra una Misa en recuerdo de los cofrades difuntos.
Que
uno recuerde es la primera vez que la Capilla de la Eucaristía donde también se
venera al Cristo de los Afligidos, Señor, Patrono y Protector del Cañamelar,
exhibe un belén de ahí la importancia de esta novedad y el agradecimiento, de
forma verbal, que la Hermandad 'Cristo de los Afligidos del Cañamelar' le ha
hecho llegar al sacerdote polaco autor de esta 'maravilla'.
Realmente
resulta bonito y curioso a la vez. Existe por ejemplo un ángel que cuando
depositas una moneda en él te da las gracias 'Dios te lo pague' (en polaco,
claro) y suena una melodía musical. Otra novedad es que hasta la fecha no se
han puesto los Reyes ya que "aún queda un tiempo y hay que ponerlos
cuando toca, no antes. Por lo menos allá existe esta costumbre'. Quien así
habla es el propio Czeslaw Piela, muy satisfecho de lo que ha hecho y muy
contento de que haya gustado a la gente que viene al templo ya que 'al fin y a
la postre es de lo que se trata'.
Espero
les hayan gustado las instantáneas pero en esta ocasión, como siempre ocurre,
la realidad supera a la foto de ahí que les invite a verlo y admirarlo y
también porqué no a rezar ante el Santísimo que es lo mejor que un cristiano
puede hacer: estar un rato ante el Señor, de rodillas o sentado, hacerle
compañía, meditar el Evangelio y las Lecturas del día y rezar el Santo Rosario
o leer algún pasaje de la Biblia. Todo eso, claro, cuando la Parroquia está
abierta pero para ello no hay que ir con el tiempo justo y sí hacerlo media
hora antes. Si lo hacen... veran como se les pasa el tiempo volando y salen de
la parroquia más satisfechos, más enteros y sobre todo, mas entregados a hacer
mejor la misión que cada uno tiene en la vida.
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